Artículo previo al partido España-Croacia, Euro 2012
Dicen
que en Europa hemos perdido los valores básicos que hicieron de este continente
una referencia moral a nivel mundial. El mal uso del dinero y la avaricia
desmesurada nos han llevado a una depresión sin igual y a una cadena de
suicidios, reales y figurados, como nunca antes se había conocido. En España,
especialmente, esa caída libre de las normas de convivencia, de comportamiento,
de valores que nos hacen más humanos, han volado por los aires y hasta la clase
dirigente ha demostrado carecer de clase y de capacidad para dirigir mostrando
un aprecio vergonzante por lo inmoral y casi por lo delictivo. Desde la Junta
de Andalucía hasta la Casa Real pasando por el poder económico y judicial, todo
está manchado por lo peor de la condición humana.
España-Croacia. EURO 2012 |
Recuerdo
que cuando España vencía 1-0 a Croacia y faltaban dos minutos para el final, un
servidor deseó sin pudor, sin rubor, con alguna duda eso sí, pero en voz alta
que los balcánicos marcaran un gol. España hubiera quedado primera e Italia se
hubiera marchado a casa. No me cabe duda de que ellos lo hubieran hecho así.
Pero es que, además, no considero que sea antideportivo ni deshonesto aunque la
actitud de los de Del Bosque me llenó de orgullo. En fútbol hay objetivos que
cumplir y lo importante es ganar la guerra y no sólo batallas concretas. Si la
estrategia para vencer exige pactar una rendición temporal, bienvenida sea.
No
me sentí mal por tener esa visión de las cosas. Todo lo contrario. Sólo unas
semanas antes me tocó vivir, a mí y a los seguidores de la UD Almería, la otra
cara de la moneda y lo hicimos con resignación y hasta comprensión. Otro icono
del viejo Imperio, Córdoba, actuó como su Senado ahora prohíbe. Negaron la
opción de victoria en su batalla contra los ‘Celtas’ para así ganar su guerra.
Consiguieron su objetivo. Todo olvidado. Y en Almería tuvimos que pensar qué
hicimos mal y no perdimos excesivo tiempo en culpar a cordobeses y gallegos de
nuestros errores. Ahora Roma, inmoral y delictiva, dicta normas de
comportamiento en sentido contrario cambiando el orden de lo moral, de lo
honesto, del deber ser. Qué pena de Europa, de Eurocopa, de crisis y hasta de fútbol,
del italiano al menos.
(Publicado en diario IDEAL, el 24 de junio de 2012)
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