viernes, 19 de julio de 2013

APUESTA INTELIGENTE, por Javier



La UD Almería vuelve a Primera División con un cambio de plan respecto de la vez anterior. Antes fue el mercado sudamericano, por los elevados precios del nacional, el que abasteció el proyecto, aunque aún sigue aportando algún jugador.

Marcos Tébar, procede del Gerona
            Ahora, por exigencias de la coyuntura y tal vez también por convicción, la idea ha sido, está siendo, mirar lo que brilla en el ámbito doméstico, fuera de la Liga de las Estrellas, y hacerlos aptos para competir con los mejores. Así pues, la apuesta de traer futbolistas destacados de Segunda, sin nombre pero con hambre, sin oportunidades pero con calidad para aprovechar la que llegue, parece acertada. Si a eso se une confiar en una cantera que ha dado señales de vitalidad en los últimos años así como otorgar continuidad a pesos pesados, el círculo se cierra de forma ilusionante.
            Al final es una apuesta más, como la de equipos que gastan lo que no tienen en jugadores de nombre reconocible pero en demasiadas ocasiones de discutible rentabilidad y lo que es peor, compromiso. Nada garantiza nada. Podrá salir mal esta opción de Alfonso García, pero nunca será un fracaso y menos aún un suicidio, como lo sería el apostar todo o nada a una carta millonaria, como tantos clubes han hecho en los últimos años. El éxito en forma de permanencia sería una lección de que lo mejor, en un deporte colectivo, son las sinergias partiendo de un mínimo nivel de calidad. En este Almería parece que ese mínimo se puede alcanzar. Lo otro ya es cuestión de química y de intereses comunes. En Francisco está convencer a sus hombres de que lo mejor es sumar esfuerzos para restar el excedente de calidad del adversario de turno.
Oscar Díaz procede del Lugo
            Hay equipos, rivales del Almería por un mismo objetivo, al menos a priori, que ya deslumbran con sus diseños de alto standing. Los rojiblancos, sin embargo, se visten con tejido de Segunda pero seguro que bien trabajado podrá resultar un conjunto de Primera. Y además, barato. De momento, también bonito. Y probablemente, bueno. 
            A los recién llegados al club, pocos en Primera les han visto jugar. Nosotros, sí. Y dan el nivel. Si Francisco logra unir voluntades, el proyecto será suficiente. En caso contrario, Alfonso tendrá que hacer una de las suyas para enderezar el rumbo. Pero eso está aún por ver, porque algo hay en el ambiente con olor a satisfacción, algo intangible, tal vez la ilusión, que nos susurra que la arriesgada opción puede ser una lección de muchas cosas.
De momento, buena apuesta deportiva, novedosa al menos, con tanta dosis de incertidumbre como de esperanza, aderezada con precios de abonos tan generosos como la respuesta que están obteniendo. Lo que esté por venir, ya llegará. De momento, la jugada de Alfonso García gusta a la gente. Y ese es el mejor punto de partida. 

(Publicado en diario IDEAL, el día 18 de julio de 2013)