UD ALMERÍA
Pasada la euforia del ascenso, superada la subida
de adrenalina de las últimas jornadas de competición que nos hacía ver
cualquier objetivo al alcance de la mano, la nueva realidad se ha cruzado de
repente para situarnos, casi sin tiempo para hacer una digestión razonable, en
la salida de una carrera sin tregua, esta vez por la subsistencia en Primera
División.
Y si en el final del exitoso trayecto que convirtió el estadio Mediterráneo en
un mar de aficionados pisando el escenario donde el sueño se hizo real, el
proyecto UDA parecía imparable, sólo unas horas después las dudas sacuden a los
seguidores rojiblancos, confiando en que el líder murciano tenga la mente
preclara para ver donde todo parece borroso. Porque dos cosas tenemos más o
menos claras, con matices irrelevantes a efectos del nuevo objetivo, como son
que la plantilla almeriense es suficiente para Segunda División, como han
demostrado, pero no alcanza el mínimo para Primera, y que el tiempo ya ha
empezado a asfixiar a los diseñadores del nuevo plan de asalto a la Liga de las
Estrellas.
Plantilla 2012/13 |
La marcha de Charles se entiende desde la idea de que el brasileño debe ganar
más dinero, porque lo merece y aquí no hay suficiente para satisfacerle. Pero
lo que deja en las arcas y lo que ofreció sobre el campo es excesivamente
descompensado, dejando como beneficiario único al Celta de Vigo, rival
previsible en la lucha por el no retorno a Segunda. Por donde chirría esa operación,
que no deja de ser sino el pago de una cláusula, es por el millón que pagan los
gallegos ya que no parece que haya en el mercado nada ni siquiera parecido al
brasileño.
Es el equipo en su conjunto el que pide a gritos una remodelación amplia para
alcanzar el nivel mínimo exigible. Y el reloj y la cartera, tiempo y dinero,
parecen enemigos difíciles de batir. Salvo jugada maestra de don Alfonso, en la
que todos confiamos, con lo que hasta ahora sabemos el futuro se muestra
imperfecto. Futbolistas de nivel hay pero no suficientes.
Sirve para jugadores y técnicos la máxima cruel de que el que gana el ascenso
no necesariamente obtiene el derecho a jugar en Primera. Todos los que
conforman la plantilla actual tienen ya un lugar en la memoria rojiblanca pero
no por eso en el futuro. Lo hemos visto con nuestros propios ojos. La plantilla
del ascenso ya es pasado. La de Primera, de momento, futuro incierto.
(Publicado en Diario IDEAL, el día 26 de junio de 2013)