EL QUINTO BEATLE, por Javier

UD ALMERÍA. Reconocimiento a uno que, esta vez sí, ha pasado a mejor vida.

David Vizcaino en Anfield. Marzo 2013.

En la UD Almería tenía su lugar y su casa pero su pequeña parcela de trabajo fue pretendida por alguien cobijado por la mejor de las sombras. Después de deslumbrar con sus niños rojiblancos, sacados de la nada en sólo unos días, y alcanzar la final del reconocido torneo de Brunete en 2009, sólo el FC Barcelona y casi con el tiempo cumplido fue ligeramente mejor. En su vuelta al hogar nunca pudo imaginar que su buen hacer le pasaría una alta e injusta factura.

            Después de generar, con su trabajo diario y silencioso, la mejor camada de pequeños rojiblancos jamás conocida, algunos de ellos adornados hoy con la camiseta de la selección nacional, lejos de ser reconocido por quien debiera, fue mal mirado. Tensada la cuerda de forma innecesaria y absurda, el Málaga en fase creciente con aires orientales quiso apostar por él. Y David Vizcaíno se marchó, muy a su pesar.

UDA alevín, subcampeón torneo Brunete 2009.

            En su despedida pidió a sus pupilos que siguieran vestidos con el color de su ciudad, sabedor de que algunos tenían ofertas anteriores del jeque malagueño. Sin embargo, varios le desobedecieron y le siguieron como acto de rebeldía por su injusto adiós al tiempo que ilusionados con la nueva aventura. El salto de calidad, la evidente mejora en su posición dentro del fútbol nacional, acrecentando con ello los recursos de un rival de los rojiblancos y menguando los de éstos, se pretendió disfrazar como un acto de traición. Pero no lo fue. En la marcha había tanta ilusión como amargura. El paso del tiempo y el trabajo honesto sellaron heridas y dieron a David la oportunidad de continuar en Málaga el crecimiento de cantera que quiso para Almería.

El equipo alevín ante el Villarreal. 2009.

            Ahora, hace sólo unos días, el Liverpool le ha abierto las puertas de Anfield de par en par. Allí le han grabado en su mente aquello de ‘nunca caminarás solo’ mientras le entregaban un buen puñado de elásticas del cinco veces campeón de Europa para que, con su esfuerzo ahora sí reconocido, trate de enfundárselas a los mejores jóvenes que broten de los campos de nuestra península. David Vizcaíno no dijo nunca una palabra más alta que otra pese a tener motivos. Su ascenso de la UD Almería al Liverpool FC, olvidados los malos momentos, debe servir como ejemplo de trabajo bien hecho. Mi reconocimiento lo tiene. Confío en que también el del que, pese a todo, sigue siendo su club, el de su ciudad, al que espero que algún día vuelva cargado de experiencia. Enhorabuena. 

   (Publicado en Diario IDEAL de Almería, en fecha 3 de abril de 2013)