jueves, 26 de marzo de 2020

UN SOLO PARTIDO

      Uno se pone a leer las cosas que dicen Javier Tebas, presidente de la LFP, y Luis Rubiales, presidente de la RFEF, acerca de calendarios y demás circunstancias necesarias para acabar la competición y se pregunta en qué realidad paralela viven. Partiendo de la base que ambos literalmente se detestan, llama la atención su coincidencia en la necesidad y más aún, en la convicción, de que las competiciones nacionales e internacionales van a llegar a término.
Tebas, con el sudor brotando sin parar ante el escenario de perder en torno a mil millones de euros si su mundo futbolístico se para, se ha convencido a sí mismo y trata de hacer lo propio con los demás, de que a partir de mediados de mayo y hasta final de junio pueden encajar todas las jornadas de liga que restan en Primera y Segunda, además de los play off por el ascenso, así como las competiciones europeas y hasta la final de la Copa del Rey. Y claro, también las ligas y fases de ascenso y descenso de los diferentes grupos de Segunda B. Eso supondría, con suerte, jugar todos los miércoles y domingos hasta el final.
        Hay que recordar que la competición, salvo legislación gubernamental de urgencia, debe acabar antes del 30 de junio porque los contratos de los futbolistas expiran, en muchos casos, en esa fecha. Y claro, ya que los deportistas son considerados trabajadores para lo bueno y para lo malo, ejercer su profesión sin un contrato en vigor podría ser, además de ilegal, una temeridad por muchas razones.
       Pero es que, además, obligar a los futbolistas a ponerse en marcha de cero a cien para jugar dos partidos a la semana, en los que no habría opción a la progresión sino que deberían dar el máximo desde el reinicio, toda vez que se jugarían títulos, ascensos y descensos, las probabilidades de graves lesiones sería desmesurada. Hay que recordar que, cada año, la competición se para dos meses en verano y necesitan una larga pretemporada para ponerse a punto, poco a poco. Pues bien, incluso algo más de esos dos meses (marzo a mitad de mayo) son los que presume Tebas que duraría la cuarentena futbolística, confiando en la reanudación a tope de la maquinaria futbolística.
      Uno entiende la preocupación que tiene el presidente de la Liga de Fútbol Profesional por evitar que se hunda el barco pero, siendo realistas, cuesta creer que a casi doscientos muertos diarios y subiendo, con abril a punto de asomar, el virus caiga en picado para dejar que los futbolistas vuelvan a dejarse el alma sobre el césped convencidos de que todos, en cada estadio, estarían limpios del maldito bicho. Por supuesto, a puerta cerrada.
     No sé. Creo que es más el estado de necesidad que incluso el optimismo más irracional el que puede llevar a Tebas, también a Rubiales, a confiar en que esta temporada aún tiene vida. Me temo que la Liga 2019-2020, infectada de lleno por el Covid-19, está en la UCI, con respirador artificial y con pocas señales de vida. Es muy triste pero tiene toda la pinta de que es así. Nada me gustaría más que los presidentes, especialmente Tebas, se salieran con la suya. Pero viendo la terrible realidad social y también económica que tenemos encima, lo de recuperar y reanimar la liga de fútbol me parece más un sueño que una algo real.
      Y claro, el problema surge a la hora de redactar el acta de defunción de la competición. ¿Se queda desierta? ¿Se cierra como está, aplicando títulos, ascenso y descensos en base a las clasificaciones actuales? Esta última opción, egoístamente, sería buena para la UD Almería pero, en todo caso, sería tan injusta como cualquier otra solución que se planteara. El caso es que no estamos en situación de aplicar la justicia según la entendemos. Ciertamente estamos ante un panorama complejo y muy complicado. A mí, personalmente, poco me importa ahora el futuro deportivo de cada club, incluida la UD Almería. Sólo me importa la salud de todos, más allá de colores y banderas. Porque en disputa sólo hay un partido y todos -aunque alguno aún no se haya enterado- vamos en el mismo equipo, llevamos la misma camiseta y defendemos con uñas y dientes el mismo escudo. 


(Publicado en IDEAL Almería, el día 20/03/2020)

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