miércoles, 14 de agosto de 2013

DE HORARIOS Y MALOS MODOS, por Javier



La UD Almería está a punto de entrar de lleno en Primera División. Faltan apenas unos días para que el Mediterráneo viva su segunda etapa como escenario de elite. Sin embargo, esa reaparición entre los mejores se hará por la puerta de atrás y no será al menos hasta la cuarta jornada cuando otros conozcan que el equipo franciscano es uno más entre los grandes.
                La falta de planificación lógica de la Liga, su triste sumisión a las deficitarias televisiones haciendo absurda la creencia de la supuesta rentabilidad de un Almería-Villarreal, un lunes a las diez de la noche, todo tan estúpido como innecesario, convierten en invisible el retorno de los rojiblancos. No para nosotros, claro está, que iremos y miraremos al Mediterráneo como si nada más hubiera en el mundo. Pero a los ojos de nuestro fútbol, del resto de futuros rivales, el partido se jugará en horario oculto, un día y a una hora reservada sólo para gente extraña. No me imagino a un tipo de La Coruña, Madrid, Huelva o hasta de Granada, pagando por ver un Almería-Villarreal el lunes a las diez de la noche. Los habrá, pocos supongo, pero no me los imagino.
Estadio Mediterráneo, horario nocturno y vacío
                Sea como fuere, ese horario es una falta de respeto a los dos equipos que, quieran o no, forman parte de la que un día fue la mejor liga del mundo. Pero también lo es a los seguidores que irán al estadio y hasta a los que no podrán ir. Y el agravio, ya desde el principio, será triple, con el siguiente desplazamiento a Getafe para jugar el viernes tarde, también en horario invisible, cerrando el insulto, de momento, el último viernes de agosto a las once de la noche, en el ninguneado estadio Mediterráneo, ante el Elche .
                Pero además, recién empezado el espectáculo, con los equipos buscando minutos para conocerse mejor, sin tono físico suficiente, colocar tan seguidos dos partidos de exigencia ante dos más que seguros rivales directos por la salvación, parece una falta de consideración al trabajo de los franciscanos. Tal vez no sea esa la intención de los chicos de la LFP, pero así se percibe.
                Vale, también le sucede a otros equipos y no es determinante de nada que el Almería juegue un lunes y dos viernes sus tres primeros partidos de liga, pero tiene pinta de que hay quien no pinta nada y sobre todo, es un atentado a las buenas maneras. Es un detalle de mal gusto, sólo eso. Una forma poco educada de dar la bienvenida a quien se ha ganado, más que muchos que comparten espectáculo, el  derecho a estar ahí, por su buen hacer en lo deportivo y por mostrar transparencia en lo económico. Pero ser honrado en una competición que premia al golfo, viste poco. Eso sí, la vacuna de orgullo, puesta para herir, habrá atravesado a los hombres de Francisco que ya saben que parten de la nada y que nada se espera de ellos, en según qué lugares. Y aunque no lo parezca, eso es una buena noticia, un buen modo de comenzar. Porque si el halago debilita, la indiferencia y el menosprecio, fortalecen.

(Publicado en Diario IDEAL el día 7 de agosto de 2013)

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